Provocadora y sensual mira a la cámara. Él, mientras, espera el momento justo para inmortalizar con una fotografía la belleza de su musa. Después, su ingenio artístico convertirá esa instantánea en un retrato pictórico de gran admiración e impacto visual. Y es que la tinta de un bolígrafo azul da color a estas obras.
Juan Francisco Casas es su nombre. Este pintor de La Carolina, Jaén, pinta cuadros con uno de sus mejores pinceles: un bolígrafo bic. Y no por ello sus obras pierden calidad, sino todo lo contrario. Perfección y fidelidad se unen en un mismo retrato.
Su obra se desarrolla principalmente en el terreno de la pintura, aunque en el año 2006 puso los ojos en el campo de los dibujos. Así, hojas de papel de pequeño (50 x 21 centímetros) y gran (80 x 100 centímetros) tamaño se convirtieron en el lienzo perfecto para expresar lo cotidiano de la vida.
Por ello, las últimas colecciones del artista se caracterizan por la búsqueda de la intimidad, el impacto en el espectador a través de los detalles, así como el sentido del humor. Además, para conseguir esa naturalidad, Juan Francisco Casas utiliza fotografías domésticas en donde destaca la amistad y la alegría. Y es que sus fotografías son siempre divertidas porque "en general, nadie se hace fotos cuando está deprimido" argumentó el pintor en un reportaje elaborado por el diario El País.
En noviembre hará un año que sus dibujos llegaron a Madrid, en concreto, a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Quienes acudieron a la exposición pudieron comprobar el esmero y el esfuerzo que implica crear unas obras así. Para quienes no pudimos estar...¿Para cuándo la próxima cita?
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